El parque puede exigir la información acerca de la discapacidad que tiene la persona, sea conociendo el porcentaje, o incluso la patología completa en caso de que se trate de una discapacidad intelectual, para aplicar la normativa que tenga.
La ley organiza d e protección de datos solo obliga a que estos datos no se puedan guardar ni tratar para fines de interés privado o que si se almacenan, se haga de una forma específica que garantice la seguridad de estos.
Aprovecho para mencionar que, por poner un ejemplo, la normativa de Port Aventura, que si ofrece un trato distinto según la discapacidad que se padezca, ofrece el acceso preferente únicamente a personas con discapacidad intelectual, o con discapacidades de cualquier otro tipo de superen el 75% (debido a que en muchos de estos casos requieren de ayuda de una tercera persona para muchas de sus tareas sencillas), además de a personas con movilidad reducida.
La movilidad reducida se reconoce y específica claramente en la tarjeta y los papeles de reconocimiento médico para cualquier persona de diversidad funcional, y es el principal motivo para ofrecer este tipo de acceso prioritario debido a que muchas colas no tienen el ancho suficiente para acceder con silla de ruedas o tienen escaleras.
Aprovecho para comentar que algunos parques, ante la creciente demanda de este servicio por parte de personas con discapacidades que no requieren realmente de ello, y que saturan este, actualmente ofrecen accesos mediante cita, dándoles la posibilidad de acceder por un espacio adaptado, pero debiendo esperar el tiempo de cola que haya en ese momento, pudiendo hacerlo en un espacio más cómodo del parque.
Es importante que no perdamos de vista que este servicio se ofrece de manera voluntaria, y no debe asumir que tener una discapacidad suponga tener un trato privilegiado, si no uno que ayude a las personas a que dicha discapacidad no suponga una interferencia en su experiencia.
Yo tengo pies planos y eso me produce muchos dolores de espalda cuando paso el día en pie, como ocurre cuando visito parques temáticos. Sin embargo, por ello no me otorgan una discapacidad, y lo que hago es adaptar mis necesidades a la forma en que visito el parque. Por desgracia, he tenido que ver pasar familias enteras una y otra vez, aprovechando que el padre o uno de los hijos tiene un problema en un hombro.. pues hombre. Quizás un uso más responsable no habría convertido estos servicios en algo tan restrictivo.